Santa Claus y los Reyes Magos son personajes que estimulan la imaginación de los niños, agregando un tono de expectación y misterio a las fiestas navideñas y de principios de año.
Estos seres del mundo de la fantasía traen regalos a los niños… sí, a los niños que se portan bien.
Desgraciadamente este elemento – “a los niños que se portan bien” – ha permitido que muchos adultos abusen de los personajes para lograr que los niños les obedezcan, que hagan lo que ellos quieren, por temor al castigo – en este caso, que los Reyes Magos o Santa Claus no les traigan sus juguetes.
¡Qué forma tan cruel de castigo!
Todo el año el niño trata de hacer méritos para hacerse acreedor a los regalos de Navidad y Reyes – y todo el año vive bajo la amenaza de que puede perder esos juguetes. De manera que esta historia, lejos de convertirse en un cuento de hadas, se convierte en una fecha de amenaza y temor para los niños.
¿Se imaginan lo que siente un niño al pensar en estos seres sobrenaturales? ¿Seres que son capaces de ver todas sus acciones a lo largo del año? Esto debe ser algo similar a lo que sienten los personajes del programa Big Brother – sentir que hay siempre alguien que te está vigilando. Esto es muy diferente a la idea de un Dios bondadoso o unos padres que nos están cuidando; hay una gran diferencia entre cuidar y vigilar.
A mí no me parece mal que los niños crean en estos personajes de la fantasía; con lo que seguramente no estoy de acuerdo es con utilizarlos para generar angustia, para conseguir que nos obedezcan o para lograr que hagan todo lo que nosotros queremos.
Yo no creo que Santa Claus o los Reyes Magos sean castigadores – si traen regalos a los niños es porque los aman. Y esta debe ser la única razón por la que los padres dan regalos a sus hijos: porque los aman.
Tú tienes la oportunidad de lograr que las fiestas sean un motivo de alegría para tus hijos; evita caer en la tentación de amenazarlos con que solo recibirán regalos si se portan bien o te obedecen. Busca mejor oportunidades para decirles que los amas y obsequiarles simplemente porque los quieres.
Si quieres contar la historia, utiliza el símbolo de los Reyes Magos como reyes bondadosos que, al igual que trajeron ofrendas al Niño Jesús, traen regalos a los niños – a todos los niños, no solo a los niños que se portan bien.
Haz de estas unas fiestas donde esté prohibido castigar. Estoy segura de que Santa y los Reyes no necesitan castigar. ¡Tú puedes lograrlo también!
¡Feliz Día de Reyes!