PRIMER AÑO DE VIDA
Para los niños pequeños, la actividad fundamental es JUGAR; al jugar, el niño aprende y se desarrolla. Por ello, es importante saber elegir qué juguetes son los más apropiados para favorecer el adecuado crecimiento en cada una de las etapas por las que el niño va pasando en su desarrollo.
A continuación te presento algunas ideas que te ayudarán a jugar con tu bebé durante el primer año de vida, al mismo tiempo que estimulas su desarrollo y te divierten con él. Te sugiero también algunos juguetes específicos, y algunas ideas de cómo, con un poco de ingenio y creatividad, puedes usar un mismo material de formas diversas, pero siempre útiles y entretenidas.
El recién nacido.-
A los pocos días de nacido, el bebé responde a la luz, al sonido, al movimiento, al tacto y a los sabores: es un ser activo, atento y selectivo que está percibiendo y organizando una multitud de sensaciones desde los primeros días. En estos primeros días, las personas son los mejores juguetes, los seres humanos que aman, cargan y nutren al bebé.
- Una mecedora puede dar al bebé y a sus padres horas de placer
- Mientras lo mecen, mamá o papá pueden empezar a estimular al bebé con diferentes texturas, especialmente aquellas que resultan agradables al tacto, por ejemplo figuras de velour, cuyo peso permite que sean manipuladas por los bebés
- A esta edad, el bebé puede disfrutar de patrones visuales contrastantes, por cortos períodos de tiempo. Por ello es importante usar materiales con colores llamativos, que estimulan el desarrollo de la vista. Los gimnasios o móviles son buenos ejemplos de estos materiales.
El bebé de 1 a 4 meses de edad.-
El bebé se está adaptando al medio que lo rodea; durante el día, está despierto y alerta por períodos más prolongados: voltea su cabeza en la dirección de los sonidos que escucha, observa los objetos durante más tiempo; comienza a hacer sonidos y, lo más agradable de todo, comienza a sonreír.
- La boca es el medio más importante para que el bebé conozca el mundo que lo rodea. Los juguetes de plástico que se pueden llevar a la boca brindan muchas oportunidades de desarrollo:
– Observa al bebé adaptar su boca a las diferentes formas y tamaños;
– Los colores estimulan su visión;
– El peso y tamaño del juguete permiten agitarlo, favoreciendo así la actividad motora;
– Al agitarlo, produce un agradable sonido; el niño gira la cabeza en busca de la fuente sonora.
- Con un gimnasio o móvil de colores brillantes podemos observar al bebé agitando sus brazos y piernas, poniendo los objetos en movimiento. Uno de estos días, podrá reconocer la relación causa-efecto entre sus acciones y el movimiento del juguete.
- Cuando el bebé empieza a definir los límites de su cuerpo, muestra un gran interés por su propia imagen. Cuelga un espejo de juguete en su cuna; es importante que el espejo tenga una buena imagen, pero debe ser seguro para el bebé. Obsérvalo mirar y sonreír. Juega con él frente a un espejo de cuerpo completo: al principio, el bebé mirará sorprendido; al poco tiempo empezará a agitar sus brazos, emitiendo ruidos de placer.En lo que parece un simple juego, el bebé construye lentamente un reconocimiento de lo que ve.
Descubriendo el mundo: 4 a 8 meses.-
En los siguientes 4 o 5 meses, se observan enormes cambios en la conducta del bebé: con la posibilidad de desplazarse, ha llegado el momento de explorar el mundo. Una vez que te asegures que no existe peligro en la casa para que el bebé se mueva libremente por ella, ¡déjalo investigar!
- Estimula el sentido del oído; arrulla a tu bebé al escuchar una grabación de mamá contando un cuento o cantando una canción. También puedes empezar a estimular su lenguaje con libros sencillos que contengan dibujos grandes y llenos de color; a los 4 o 5 meses, el bebé empieza a reconocer objetos cotidianos si se le presentan en un dibujo y se le dice el nombre de cada uno de ellos.
- Déjalo explorar diversas texturas, estimulando el sentido del tacto. Permite al bebé gatear sobre superficies diversas, de manera que sienta en sus rodillas, manos y antebrazos la diferencia entre suave y áspero, frío y tibio. Si le da juguetes suaves, recuerda que el bebé los llevará a la boca, por lo que es importante la utilización de materiales seguros, que no suelten pelusa ni sean tóxicos.
- Muchos niños empiezan ya a tomar de una taza; para familiarizarlos con los platos y cubiertos que más tarde deberán utilizar, podemos darles juguetes en forma de tazas o platitos que, además, estimulan la vista, el oído y los movimientos finos de la mano.
- Otro evento muy importante es la salida de los dientes. Cuando empiezan a aparecer, podemos dar al bebé juguetes que pueda morder, obteniendo alivio para sus encías.
- Cuando el bebé se sienta con firmeza, la hora del baño puede ser toda una aventura:
– Durante el baño, podemos favorecer el conocimiento de su propio cuerpo; nombrar cada una de las partes del cuerpo mientras se le enjabona amorosamente, ayuda al futuro desarrollo del esquema corporal, así como a la diferenciación de uno mismo como ser individual, un ser aceptado y querido, pero separado e independiente de los demás;
– Si le permitimos llenar y vaciar recipientes de diversas formas y tamaños (como tacitas o cubetas de plástico), sentamos las bases para el futuro desarrollo de los conceptos de cantidad y volumen;
– Con ellos en el agua, podemos agitar el agua para crear, ¡oh sorpresa! espuma; el niño nos imita, por lo que estaremos estimulando la coordinación motora… y las texturas… y la simple diversión.
El inicio de la intencionalidad: 8 a 12 meses
Con la maduración de la visión y la locomoción, el bebé empieza a construir el mundo tridimensional; en medio de una actividad motora sin descanso, se aprecia un desarrollo cognoscitivo fascinante, especialmente en lo que se refiere a la conducta intencional, es decir, dirigida a metas.
Cuando el bebé alcanza el nivel de la exploración intencional, necesita que sus padres preparen el terreno para continuar su desarrollo: un ambiente seguro y materiales interesantes que él pueda descubrir y manipular.
- Al bebé le interesan las cosas que se abren y se cierran, o las cosas que caben dentro de otras. Para jugar, proporciónele juguetes apilables, de los que existe una gran variedad. Veamos sus posibilidades:
– Con ellos, el niño lleva a cabo diversas actividades que le permiten desarrollar la capacidad para resolver problemas;
– Los padres pueden participar con el bebé, de diversas maneras:
- Mencionar el color (dame el azul… el rojo… etc.)
- El tamaño (éste es el grande… el chico…)
- Hablar de la posición (arriba… abajo…)
Dando una enorme oportunidad para la conversación y el desarrollo del lenguaje, así como otras habilidades cognitivas y de pensamiento que el niño puede aprender. Y todo mientras se está divirtiendo. Recordemos que, mientras el niño se divierte y juega, está aprendiendo.
Espero que las ideas que te he presentado te resulten útiles y te permitan crear otras nuevas. ¡Echa a volar tu imaginación, para hacer de este primer año de vida de tu bebé un año divertido, entretenido y productivo!
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