Para mí es muy curioso escribir acerca de los gemelos, se trata de un tema que conozco a profundidad, tal vez nunca llegaré a saber más de ningún otro tema que de este, y no, no lo he estudiado durante muchos años, tampoco he escrito mucho al respecto, tal vez te preguntes ¿qué me hace, entonces, una experta en el tema?, te lo diré. Yo soy gemela idéntica, mi hermana y yo somos tan parecidas físicamente que hay fotografías de cuando éramos pequeñas en las que nadie, ni siquiera mis padres, puede recordar quién es quién.
Esto puede parecer divertido y, la verdad, es que ¡ahora lo es!
Pero no siempre fue divertido.
Empecemos por considerar que cada persona, cada uno de nosotros, ha nacido único e individual; desde el punto de vista psicológico, emocional y aún espiritual, nunca ha habido y nunca más habrá alguien idéntico a ti, a pesar de esto, existe una enorme presión por parte de la sociedad para que todos aprendamos las mismas cosas, pensemos de la misma forma, actuemos parecido y hasta nos veamos igualitos.
Así que, desde pequeños, nos vemos jaloneados entre dos tendencias opuestas y tremendamente fuertes: por un lado, la presión de la sociedad hacia la uniformidad y, por el otro, la necesidad interna de ser tú mismo.
Cada uno de nosotros luchará por hacerle saber al mundo que es un ser único e irrepetible y cada uno de nosotros intentará conocerse a sí mismo y desarrollar sus propias capacidades, además cada uno intentará ser tan diferente de los demás como le sea posible, luchando en contra de la presión social hacia la uniformidad.
Y, entonces, podrás empezar a imaginar la ardua tarea que enfrentan los gemelos.
Para todos puede resultar gracioso ver a dos personitas tan igualitas, se les hace fácil tratarlas igual, porque “son iguales”. En alguna ocasión escuché a alguien decir que los gemelos idénticos son una misma alma que ocupa dos cuerpos. Me causó un enojo increíble, cada uno de los niños de un par de gemelos es una persona completa y aunque no es solo a nivel físico que se dan las semejanzas tan estrechas entre ellos, a un nivel profundo, cada uno de ellos es un ser único e irrepetible, como todos los demás.
Por el increíble parecido físico que comparten y por la reacción de la gente frente a esta similitud, los gemelos tienen que luchar mucho más para conseguir aquello que todos buscamos en la vida: establecer nuestra propia identidad individual.
Hasta aquí he platicado únicamente acerca de los gemelos idénticos. Tal vez este sea un buen momento para hacer una pausa y escribir acerca de los dos tipos de gemelos que existen.
El término gemelo se refiere a dos productos resultado del mismo embarazo. Este tipo de embarazo puede resultar de dos procesos diferentes:
- Cuando la madre produce dos óvulos diferentes y cada uno de ellos es fertilizado por un espermatozoide diferente. En este caso, dos óvulos fertilizados se implantan al mismo tiempo en la pared uterina, dando lugar a dos cigotos (primera etapa de división de un huevo fertilizado) diferentes; esto significa que cada uno de ellos da lugar a una placenta separada y cada uno de los bebés tendrá un perfil cromosómico diferente y único. A estos bebés se les denomina gemelos fraternos, gemelos no idénticos, gemelos bivitelinos (pues durante la gestación tienen dos placentas), gemelos biovulares (puesto que provienen de dos óvulos) o gemelos dicigóticos (pues son el resultado de dos cigotos diferentes). Este tipo de gemelos pueden ser tan parecidos como cualquier par de hermanos de cualquier edad; o pueden ser muy diferentes uno del otro. Pueden ser del mismo sexo o de sexos diferentes. Es decir, se trata simplemente de hermanos que tienen la misma edad.
- Los gemelos monocigóticos, también llamados gemelos idénticos, ocurren cuando un solo óvulo es fertilizado por un solo espermatozoide y forma a un cigoto que, entonces, se divide en dos embriones diferentes. Los gemelos idénticos comparten la misma placenta, por lo que también se denominan univitelinos.
Los gemelos idénticos son del mismo sexo y son genéticamente idénticos.
Se ha estimado que los gemelos constituyen aproximadamente el 1.9% de la población mundial y, entre ellos, los gemelos monocigóticos constituyen únicamente cerca del 8%, lo que constituye aproximadamente el 0.2% de la población mundial.
Como podemos ver, existen entonces dos fuentes diferentes que determinan que muchos de los problemas o dificultades que las personas enfrentan durante su desarrollo se agudicen en el caso de los gemelos: tener la misma edad y en el caso de los gemelos idénticos, tener características físicas que los vuelven muy similares. La diferencia podría parecer superficial, pero no lo es, veamos, por ejemplo, la rivalidad entre hermanos.
Uno de los problemas que más frecuentemente enfrentan los padres en la crianza de los hijos es la rivalidad entre los hermanos; en el número 31 de la revista bbmundo (enero 2008) puedes encontrar un artículo especialmente dedicado este tema. Ahí veíamos que, en la base de la rivalidad, se encuentran dos elementos fundamentales: la competencia y los celos.
Los hermanos luchan por conseguir la atención de los padres. No sólo “luchan cuerpo a cuerpo”, sino que se establece una fuerte competencia por ser mejor que el otro. Y en lo que se refiere a los celos, los hermanos sienten celos cuando los padres le dan algo a sus hermanos y no a ellos, cuando celebran un logro de los hermanos, cuando les prestan atención, etc.
Pues bien. Esta rivalidad puede estar aún más acentuada en el caso de los gemelos. Los celos son sumamente comunes entre los gemelos pues, debido a que tienen la misma edad, comparten muchos intereses, actividades y amistades; pasan casi todo su tiempo juntos y casi siempre tienen que compartirlo todo: sus padres, su cuarto, su ropa, sus amigos. Y los gemelos idénticos comparten hasta las mismas características físicas. Debido a estas características físicas tan semejantes, los gemelos tendrán que hacer un esfuerzo mayor para ganar en la competencia frente al gemelo, además, cuando este compartir es impuesto, se crea mucho resentimiento de cada uno de los niños hacia el otro.
Con la llegada de un hermanito, los niños muchas veces se sienten desplazados, pues bien, en el caso de los gemelos, estos nunca tienen la oportunidad de experimentar ser hijos únicos y esto los lleva a dos situaciones: por un lado tienen que luchar más fuerte para “ser tomados en cuenta” pero, además, para sus hermanos mayores “la lata llegó por partida doble” y como son tan parecidos, resulta fácil “meterlos en la misma canasta.”, con mucha frecuencia, recibirán regaños y castigos por conductas de su hermano, y por lo menos al principio, es mucho más trabajo para la mamá criar a dos que a uno, por lo que su cansancio es mayor, lo que repercute negativamente sobre su paciencia.
Cuando son muy pequeños, los gemelos se van desarrollando de manera muy similar; de hecho, van superando etapas casi al mismo tiempo y pareciera que van aprendiendo el uno del otro. En muchos casos se ha reportado que, antes de adquirir el lenguaje, los gemelos desarrollan su propio “idioma”; y esto a veces crea dificultad con sus padres y otras personas cercanas, que se sienten excluidos del mundo de estos pequeños.
Pero esto sólo forma parte de uno de los mitos alrededor de los gemelos.
Se ha observado una tendencia en los gemelos para aprender a hablar más lentamente que la mayoría de los niños; entre las diversas razones que se han sugerido para explicar esta tendencia, la más aceptada es que, puesto que los gemelos pasan mucho tiempo juntos, moldean el lenguaje del otro, y esto significa que imitan los errores del otro. Esto lleva a la gente a pensar que han desarrollado un “lenguaje secreto” pero los expertos lo denominan “idioglosia” o lenguaje autónomo. Se estima que un 40% de los gemelos utiliza este tipo de comunicación y aunque los demás pueden verlo como un “lenguaje secreto,” realmente es un tipo de lenguaje infantil que resulta de la imitación del lenguaje incorrecto del otro. La mayoría de los gemelos ha abandonado este lenguaje alrededor de los cuatro años de edad.
Y esto nos lleva a la otra cara de la moneda de la vida de los gemelos: la complicidad.
Como muchas situaciones de la vida, tener un gemelo puede tener ventajas, uno de los grandes retos que enfrentan los niños es la socialización, para la mayoría de los pequeños, la entrada al kínder brinda la primera oportunidad de socializar con niños de su misma edad, al tener un compañero de juegos de la misma edad, pareciera que los gemelos superan esta etapa con mayor facilidad.
Sin embargo, más adelante se ha encontrado que los gemelos tienen más dificultad para relacionarse con su grupo de pares; una posible explicación es que, como los padres consideran que sus gemelos tienen un compañero de juegos en casa, no les brindan oportunidades de relacionarse con otros niños, no invitan amiguitos o invitan a un solo amigo para ambos gemelos, con lo cual frecuentemente se incremente la rivalidad.
Ser gemelo puede ser muy divertido… para los gemelos: cambiarse de clases, engañar a los amigos o a los mismos padres. A veces estas travesuras les acarrean problemas, pues no todo mundo entiende sus bromas, además, muchas veces los gemelos tardan en descubrir este aspecto positivo y no es raro que lo que predomine en las relaciones entre los gemelos, cuando son pequeños, sea la competencia, la rivalidad, los celos y el resentimiento.
Los gemelos idénticos pueden tener relaciones sumamente estrechas y el resto de la gente se siente excluida; a veces los padres lo encuentran amenazante, pues no saben cómo acercarse a ellos.
Pero en un análisis final (y nada objetivo), les aseguro que ser gemelo es un fenómeno fascinante y una experiencia fabulosa.
Muchas personas me preguntan “qué se siente que haya alguien idéntico a ti”, sólo puedo responder que para mí el ser idéntica es lo natural y que sería muy raro no tener a alguien idéntico. Son los otros los que experimentan descontrol.
Los gemelos nos sentimos orgullosos de ser gemelos, es una parte esencial de nuestra vida, cuando yo conozco a alguien nuevo, entre las primeras cosas que comparto de mí es “yo soy gemela idéntica.”
Y las dificultades que he enfrentado a lo largo de mi desarrollo (sí, indudablemente puede llegar a ser cansado que me confundan 20 veces al día) son superadas fácilmente por la alegría de compartir mi vida con mi maravillosa hermana gemela.
No es fácil ser padre y mucho menos ser padre de gemelos. Pero si tú te encuentras en esta situación, puedes encontrar útiles algunas ideas que te ayudarán en la crianza de tus hijos gemelos.
Los gemelos son dos personas diferentes y únicas:
Como resulta muy gracioso que son tan parecidos, a veces los padres hacen cosas que enfatizan las semejanzas, por ejemplo darles nombres parecidos, vestirlos igual o ponerlos en el mismo salón de clases.
En realidad, en el caso de la educación de los gemelos, no se deben escatimar esfuerzos en ayudarlos a ser tan diferentes como sea posible, ayudarlos a rescatar su propia individualidad y enfatizar las diferencias, no sólo las semejanzas.
Algunos educadores sugieren que, siempre que sea posible, sería importante que cada uno de los hijos de una familia acuda a una escuela diferente, para que cada uno pueda tener su propio ambiente y sus propios amigos, estoy de acuerdo con este punto de vista y creo que, en el caso de los gemelos, es aún más importante.
Muchos padres de gemelos desean que sus hijos sean buenos amigos, y creo qué, si los padres los ayudan a reconocerse como los que son: individuos, únicos, diferentes e irrepetibles, esto puede ser posible, los gemelos podrán llegar a descubrir el ser maravilloso que tienen por hermano. El amigo de la misma edad que vive en casa, pero si insistimos en que deben ser iguales, tan sólo enfatizaremos los conflictos, pues los niños tendrán que hacer su labor de búsqueda de identidad, luchando fuertemente contra la corriente ambiental hacia la uniformidad, sólo si les permitimos ser lo que son, podrán llegar a un desarrollo sano y armónico.
Compartir:
Los gemelos tienen que aprender a compartir desde el momento de su concepción, comparten el espacio en la matriz, el tiempo de sus padres, su recámara, sus amigos, su escuela…
Una de las responsabilidades de los padres de gemelos es ayudarlos a darse cuenta de que no tienen que compartir todo y darles el permiso para no hacerlo, empezando por la etapa preescolar, es importante transmitirles que, al igual que todos los niños, los gemelos tienen derecho a tener su propio tiempo con mamá y con papá, tener sus propios amigos, tener sus propias experiencias y sus propias cosas. Cuando a los niños se les obliga a compartir todo, se crea un gran resentimiento; de hecho esto puede interferir con la habilidad de desarrollar una sensación de individualidad. El tener un sentido de lo que a mí me pertenece ayuda a los niños a tener un sentido de ser un individuo único en el mundo, los padres de gemelos necesitan brindar a sus hijos las oportunidades de experimentar el sentido de propiedad (“esto es mío”) que en los demás niños se desarrolla de manera natural.
¿Y cómo? Veamos algunos ejemplos:
Pasar tiempo a solas con cada uno de los niños.
- Mamá juega con uno de los gemelos 10 minutos y después juega 10 minutos con el otro y no necesariamente el mismo juego, sino lo que cada uno de ellos desee jugar.
- Papá y mamá pueden dividirse el tiempo que cada uno de ellos pasa con cada uno de los niños por separado.
- Asignar un día de la semana para dar tiempo uno a uno con cada uno de tus hijos.
- Ambos padres pueden turnarse para hacer actividades con cada uno de los niños por separado.
- Invitar a los abuelos a que participen con cada uno de los gemelos por separado en actividades que a ellos les interesen.
Todas las opciones anteriores no excluyen realizar actividades con ambos gemelos, la idea es dar, además de este tiempo compartido, tiempo único a cada uno de ellos.
Permitir que cada uno de ellos tenga su propia ropa, sus propios juguetes, sus propios amigos
- Muchos padres se sienten desconcertados pues, si traen dos cosas semejantes a casa, pareciera que ambos niños sistemáticamente querrán la misma; puede resultar una buena idea ir de compras con cada uno de los niños por separado.
No te refieras a ellos como una unidad.
- Tanto como sea posible evita referirte a ellos como “los gemelos”. Llámalos por sus nombres, si tú los reconoces como individuos separados, ellos también lo harán y las otras personas también.
- Ajusta las reglas y expectativas para cada uno de ellos, de acuerdo con la manera como cada uno de ellos se comporta.
- Recuerda que, si bien se pueden ver y actuar de manera idéntica, son personas diferentes, con necesidades, fortalezas y debilidades diferentes.
- Con mucha frecuencia los gemelos reciben castigos por las conductas de sus hermanos; reconoce la diferencia entre la conducta de cada uno de ellos y permite que cada uno reciba las consecuencias de sus actos de manera individual.
Permíteles elegir actividades e intereses individuales.
- Si bien estos niños tienen la misma edad, con mucha frecuencia tienen capacidades, habilidades e intereses completamente diferentes; si bien puede resultar más cómodo llevarlos a la misma clase, esto no necesariamente es lo que ellos desean.
- Si te organizas bien podrás llevarlos a clases diferentes en la misma institución. Por ejemplo: si una de tus gemelas quiere natación mientras que la otra quiere ballet, podrías elegir un club social que brinde ambas actividades en horarios similares.
- Esto permite, además, que cada una de ellas tenga un grupo diferente de amistades.
Nuevamente, esto no quiere decir que se les prohíbe tener los mismos intereses o actividades, pero es deseable que cada uno de ellos desarrolle sus propias habilidades e intereses, así como otros compartidos, lo cual, dicho sea de paso, ocurre de manera natural.
Ayúdalos a tener diferentes amistades.
- En muchas ocasiones los gemelos encuentran que su gemelo es su mejor amigo; pero lo contrario también es cierto: la rivalidad puede ser tan severa que los niños encuentran muy difícil pasar tiempo juntos.
- En ambas situaciones puede resultar deseable apoyar a los niños a tener sus propias amistades. El arreglo de los horarios puede ser un problema, pero nuevamente: si te organizas bien, es posible. Una idea: el día que uno de los gemelos invita a un amigo a casa, el otro puede ir de visita a casa de sus propios amigos, de tal manera que se respeten los espacios físicos de uno y el otro.
- Cuando invites amigos a casa, evita los grupos de tres: es una mala idea un solo amigo para dos gemelos; invita a la rivalidad.
Reconoce y celebra los logros individuales.
- Enseña a tu hijo a celebrar los logros de su hermano gemelo; él también recibirá este regalo en su momento.
Como hemos visto, la vida de los gemelos transcurre entre dos polos: competencia – complicidad, resulta evidente que la actitud de los padres y demás adultos que rodea a los gemelos durante su desarrollo constituirá factores decisivos para que ellos compitan o colaboren, peleen o se diviertan juntos.
Espero que estas ideas te sean de utilidad.
¡Buena suerte y disfruta a tus gemelos!