Una de las decisiones más difíciles que debe tomar una pareja es divorciarse, esto produce mucho dolor, a pesar de que se ha llegado a esta decisión, generalmente, por fuertes problemas en la pareja. Para los niños, nunca es fácil aceptar un divorcio, pero de la forma como reciben la información puede depender en gran medida su reacción ante la misma.
Es importante que AMBOS den la información a los niños; pónganse de acuerdo acerca de:
- Lo que van a decir
- Quién lo van a decir
- Cómo lo van a decir
- Cuándo lo van a decir
- Dónde lo van a decir
- Quién va a hablar
- Si van a hablar con todos los hijos al mismo tiempo o con cada uno por separado
Para cada niño es muy importante saber que quienes se van a divorciar son los padres, pero que el cariño de cada uno de los padres hacia él es incondicional, permanente y nada de lo que ocurra entre los padres podrá modificarlo.
También es de enorme importancia que los niños sepan que nada de lo que ellos han hecho ha provocado el divorcio, pero que tampoco nada de lo que ellos hagan o intenten hacer podrá detenerlo. En otras palabras, los niños no son responsables del divorcio, no son culpables de él y no hay nada que puedan hacer para cambiar la decisión de los padres.
Es una decisión de cada pareja los arreglos que se harán para que ambos puedan ver a los hijos, pero, en cualquier caso, hay ciertas reglas que deben ser observadas:
- Recibe o entrega a tu hijo en la puerta de la casa, no permitas que salga solo cargando una pequeña maleta. Esto produce ansiedad y puede ser humillante.
- No mandes recados a tu ex pareja con tus hijos.
- Cada quién pone las reglas de su propia casa, por lo que no intentes imponer tus reglas en casa de tu ex pareja.
- No hables mal de tu ex pareja a los niños, recuerda que también son sus hijos y que es muy importante que la imagen de ambos padres quede intacta.
Tómense el tiempo para ponerse de acuerdo; tal vez sea la última vez que tengan que hacerlo, pero es importante que lo hagan a beneficio de sus hijos.