En la actualidad, el internet es indispensable en la vida de la mayoría de los adolescentes y, cada vez más, de los niños. Según datos del INEGI, 74 millones de mexicanos tienen acceso a internet y el 26.5% de ellos son niños y adolescentes.
¿Tú podrías imaginar tu vida sin internet? Esta impresionante tecnología ha venido a revolucionar la forma en que todos nosotros vivimos.
Sin embargo, su uso indiscriminado conlleva grandes riesgos, especialmente entre los niños y los jóvenes que están tan acostumbrados a usarlo que olvidan que existen amenazas reales, amenazas que siempre han existido, pero que ahora, debido a la velocidad y al alcance ilimitado a personas de todo el mundo, se han multiplicado en forma descontrolada, alarmante.
Las amenazas más frecuentes que los chicos enfrentan en la red pueden clasificarse en 3 categorías fundamentales:
- Peligros relacionados con los contenidos
- Peligros que tienen que ver con las relaciones sociales que establecen a través de la red
- Abusos de adultos a niños o a adolescentes a través del Internet
Veamos ejemplos de cada una de ellas.
Contenido inapropiado. –
Se refiere básicamente a la exposición de los chicos a información que no están capacitados para manejar, ya sea porque no tienen la madurez suficiente o porque la información pertenece a una cultura distinta a aquella adonde ellos viven.
- Exposición a contenido violento
- Exposición a contenido de tipo sexual que, o no es apropiado para la edad de quien la está viendo o que, de hecho, no sería apropiado para gente de ninguna edad (por ejemplo, material pornográfico)
- Publicación de información privada, sin la autorización de la persona – que, además de incómodo, puede resultar peligroso, cuando la información cae en manos de gente mal intencionada.
En muchas ocasiones, esta situación es favorecida por la costumbre cada vez más generalizada entre los padres, de compartir fotografías o postear información acerca de sus hijos; esto puede tener dos repercusiones negativas: por un lado, los chicos se acostumbren a que todo es compartible en internet, por lo cual no desarrollan un filtro para decidir que sí y que no se comparte; y, por otro lado, muchas veces los padres comparten información de sus hijos que, para ellos, podría parecer chistosa, graciosa o tierna… pero para los chicos puede resultar incómodo que sus compañeros lo vean. A esta tendencia se le ha denominado Sharenting (que podría traducirse como “padres compartiendo”)
Por las relaciones sociales que establecen a través de la red. –
- Ciberbullying: el acoso siempre ha existido, pero cuando usa la plataforma de internet como vehículo, adquiere dimensiones enormes y muy difíciles de manejar para la víctima. Ahora no se trata de que tu primo, por molestarte, te diga que estás gordo, o que hueles mal; se trata de que ahora todo el mundo sabe que te dicen que estás gordo o que hueles mal… y muchos te empiezan a molestar así.
- Robo de identidad: también conocido como A través de engaños y páginas de apariencia legítima, se busca el robo de datos del usuario, como contraseñas o claves de tarjetas de crédito, para hacer un mal uso con fines económicos ilegales… un robo en gran escala no solo de dinero, sino de la identidad de una persona.
- Sexting: enviar fotografías o textos de contenido sexual de uno mismo o de otros. Esta modalidad ha crecido de forma dramática recientemente; también se sabe que los chicos que se involucran en actividades de este tipo son cada vez menores.
Abuso de adultos a niños o a adolescentes a través del Internet. –
- Grooming: en esta modalidad, un adulto utiliza diversas aplicaciones o redes sociales en forma deliberada, haciéndose pasar por un chavo o chava, para ganarse la confianza de un niño o un joven; su objetivo es obtener satisfacción sexual mediante imágenes eróticas o pornográficas del menor, o incluso preparar el terreno para llegar a un encuentro sexual con él. Se trata de una forma de comportamiento predatorio, cuyo objetivo final es explotar al chico. La red facilita este abuso porque permite a los usuarios ponerse en contacto de forma anónima.
- Sextorsión: consiste en obtener fotografías de contenido sexual de un niño o un adolescente, para después forzarlo a tener relaciones sexuales o entregar nuevas fotografías, amenazándolo con difundir las imágenes o hacerlas llegar a sus padres.
- Explotación sexual: Una práctica cada vez más común son las páginas que permiten a los menores de edad subir sus propios contenidos sexuales para obtener beneficios económicos; y, de manera alarmante, páginas que utilizan los adolescentes para ofrecer sus servicios sexuales.
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Un elemento adicional que viene a complicar toda esta situación es que, durante la adolescencia, se establecen relaciones cercanas con grupos de pares con quienes se desarrolla un fuerte sentido de pertenencia; y como parte de este proceso, se oculta información a los padres. Hoy en día, los secretos que guardan los adolescentes pueden poner en peligro su salud, su seguridad e incluso su vida, debido a que enfrentan mayores obstáculos y desafíos respecto a generaciones anteriores.
La tecnología, en especial las redes sociales, desempeñan un papel clave en la decisión de los jóvenes de cuándo guardar secretos, cuándo revelarlos y a quién. Pero ¿qué nos ocultan los adolescentes?
Encontramos los temas típicos cómo salir con chavas, fumar, tomar alcohol, volarse las clases… pero hoy podemos agregar el uso de drogas, tener piercings, las múltiples formas de acoso cibernauta y, muy particularmente, los trastornos de la alimentación.
El elevado y mal entendido sentido de la lealtad desarrollado en estas edades lleva a los jóvenes a ocultar sus problemas a los adultos, a pesar de estar conscientes de ellos. El acceso ilimitado a la gran cantidad de información que brinda internet actualmente les hace sentir expertos y poseedores de las herramientas requeridas para superar sus problemas personales o de amistades sin necesidad de pedir ayuda. Y esto solo empeora la situación.
Por ello, hoy más que nunca debemos estar alerta para detectar estos problemas y, sobre todo, hacerles saber a nuestros hijos que siempre tendrán nuestro apoyo para resolver dificultades. Y esto no puede empezar en la adolescencia: para que tu hijo te cuente algo debe de haber recibido desde muy pequeño el mensaje de que no hay nada que no te pueda contar. Esto no quiere decir que vas a aplaudir todo lo que haga, pero sí significa que lo vas a apoyar siempre que sea necesario para resolver las dificultades.